martes, 25 de octubre de 2011

Datos de importancia

El recién nacido que requiere manejo en unidades de cuidados intensivos tiene mayor riesgo de presentar sepsis, con una mayor incidencia en países menos industrializados. No obstante, la mayor información proviene de países industrializados en donde, por ejemplo, Estados Unidos reporta una incidencia de 1 a 8/1 000 recién nacidos vivos,1 en contraste con lo reportado en países en vías de desarrollo como India, Pakistán y Tailandia, donde la incidencia es de 2.4 a 16/1 000 nacidos vivos.

Prevención

Se pueden administrar antibióticos profilácticos a mujeres embarazadas que tengan corioamnionitis, estreptococos del grupo B o que antes hayan dado a luz a un bebé con sepsis debido a las bacterias.

El hecho de prevenir y tratar infecciones en las madres, brindando un ambiente limpio al nacer, y dar a luz al bebé dentro de las 24 horas siguientes a la ruptura de la bolsa de las aguas, cuando sea posible, puede ayudar a disminuir la probabilidad de que se presente sepsis neonatal.

Posibles complicaciones

  • Invalidez

  • Muerte
  • Pronóstico

    Con el tratamiento oportuno, muchos bebés con estas infecciones bacterianas se recuperarán por completo sin problemas perdurables. No obstante, la sepsis neonatal es una causa principal de muerte infantil y cuanto más rápidamente un bebé reciba el tratamiento, mejor será el desenlace clínico.

    Tratamiento

    A los bebés que estén en el hospital y a los que tengan menos de cuatro semanas de nacidos se les empiezan a suministrar antibióticos antes de que lleguen los resultados del laboratorio, los cuales pueden tardar de 24-72 horas. Esta práctica ha salvado muchas vidas.

    Es posible que a los bebés mayores no se les suministren antibióticos si todos los resultados del laboratorio están dentro de los límites normales. En lugar de esto, al niño se le puede hacer un seguimiento minucioso de manera ambulatoria.

    Los bebés que en realidad requieran tratamiento serán hospitalizados para realizarles el monitoreo.

    Pruebas y exámenes

    Los exámenes de laboratorio pueden ayudar a diagnosticar la sepsis neonatal e identificar la bacteria que está causando la infección. Los exámenes de sangre pueden abarcar:
    • Hemocultivo
    • Proteína C reactiva
    • Conteo de glóbulos blancos (CGB)
    Se llevará a cabo una punción lumbar (punción raquídea) para examinar el líquido cefalorraquídeo en búsqueda de bacterias.
    Si el bebé tiene tos o problemas respiratorios, se tomará una radiografía del tórax.
    Los urocultivos se realizan en bebés que tienen más de unos cuantos días de edad.

    Síntomas

    Los bebés con sepsis neonatal pueden tener los siguientes síntomas:
    • Cambios en la temperatura corporal
    • Problemas respiratorios
    • Diarrea
    • Glucemia baja
    • Movimientos reducidos
    • Reducción en la succión
    • Convulsiones
    • Frecuencia cardíaca lenta
    • Área ventral hinchada
    • Vómitos
    • Piel y esclerótica de color amarillo (ictericia)